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Análisis | Final Fantasy XIII

¿El número de la mala suerte? Absolutamente no. Square logró perfeccionar aún más la saga con unos gráficos paradisíacos, una historia de infarto, y una jugabilidad pasmosa.

Desarrollado por Square Enix y distribuido por Koch Media, Final Fantasy XIII es el primer videojuego de la saga Final Fantasy en aparecer en las consolas de nueva generación: PlayStation 3 y Xbox 360. Una historia completamente nueva, creativa, e increíble. Gráficos llenos de vida, realismo y calidad. Una jugabilidad pasmosa, nueva y moderna. Un juego que no podés perderte.

Lo primero es lo primero

El juego abarca gran parte del proyecto Fabula Nova Crystallis («saga» en la que se desarrollarán cuatro juegos de Final Fantasy), y nos cuenta la historia de seis personajes en el medio de la guerra en Cocoon, quiénes no sólo deben luchar por sus vidas, sino también por las de toda la humanidad.

Nuestros protagonistas sufren la maldición de un fal’Cie, la cual consiste en realizar una borrosa e importante misión: si la cumplen, transformarse en cristales. Sino la cumplen, se convertirán en horrosos muertos vivientes. En el medio del camino, como suele pasar en los RPG, se interpone el destino, que «no dejará en paz a nuestros personajes».

Los que han jugado a esta obra maestra, podrán saber que el guión es el pilar más importante, y que no deja de latir en ningún momento del juego. El argumento es uno de los más fantásticos, dramáticos y fuertes en lo que lleva de la saga. Amor, drama, traición, acción, lucha, fantasía; todo lo que una historia necesita para convertirse en un gran videojuego.

Un mundo lleno de posibilidades

Lightning será la protagonista principal del videojuego, es una de las mejores protagonistas femeninas que se han cruzado a lo largo de los 22 años de trayectoria de la franquicia. Posee una personalidad dura y misteriosa. A ella la acompañan Snow, quien está en la búsqueda de su, digamos, para no revelar datos importantísimos del juego, «amor perdido»; el alegre Sazh, del valeroso Hope, la optimista Vanille y la poderosa Fang. Los personajes fueron diseñados por Tetsuya Nomura (director de Kingdom Hearts y el próximo Final Fantasy Versus XIII).

El videojuego está estratégicamente dividido en trece capítulos, que tienen como fin adentrarnos, cada vez más, en la mágica historia que desborda Final Fantasy XIII. A lo largo de los 13 capítulos, pasaremos por diferentes situaciones y escenarios completamente increíbles, cada uno con sus diferencias y pequeñas cosas que los hacen únicos, que ayudarán a darle un toque fantástico al argumento. La interposición entre combate y las increíbles cinemáticas (de las cuales hablaremos luego) está genialmente dividida, y el ritmo no decae en ningún momento.

La curva de dificultad está bien posicionada, siendo fácil cuando tiene que serlo, normal cuando tiene que serlo, y aumentando la intensidad y la dificultad cuando, también, tiene que serlo. El juego proporcionará alrededor de 55 a 60 horas, contando las misiones secundarias.

Sin embargo, no todo es color de rosas. El juego tiene una profunda linealidad estructural que no se rompe hasta llegar a un capítulo en particular (el único en el que podremos campar a nuestras anchas); y además, tampoco podremos relacionarnos con las NPCs. En ese sentido, el juego carece de toda característica «normal» de un J-RPG.

Evolucionando con el Crystarium

Final Fantasy XIII propone un nuevo e innovador sistema de juego, que rompe con los puntos de experiencia y demás que caracterizan a cualquier RPG. En este punto, el juego también es diferente, pero no para un lado negativo, sino más bien es en un sentido positivo.

El sistema de evolución de Final Fantasy XIII se propone de dos maneras: la modificación de armas y accesorios, y el Crystarium. ¿Cómo funciona el Crystarium? Es simple y a la vez algo difícil de entender. Por cada batalla librada, obtendremos puntos de cristal (PC), los cuales podremos cambiar en el Crystarium por habilidades, magias, evoluciones, beneficios, y demás.

Con el avance en el Crystarium, no sólo ganaremos beneficios y habilidades, sino que también iremos subiendo el nivel de rol. Cada personaje puede ocupar uno o más roles (-de un total de seis roles: fulminador, castigador, protector, sanador, inspirador, obstructor-), que se pueden cambiar en el fragor de la batalla. El castigador y el fulminador se encargan de ‘castigar’ y ‘fulminar’ al enemigo, de hacerle daño. El protector es quién se encarga de recibir los golpes de los enemigos y desviarles la atención, funciona como señuelo. El sanador se ocupará de curar a los aliados que se encuentren en agonía, de resucitar a los aliados en estado de K.O., o curarlos de algún estado alterado, etc. En cambio, el inspirador y el obstructor, se encargarán de aplicar estados beneficiosos en los aliados, y estados negativos en los enemigos, respectivamente.

Experiencia audiovisual inédita: ¿cine o videojuego?

Los gráficos, los ambientes, los entornos, los suelos, los personajes, los paisajes, los escenarios, los enemigos, las localizaciones…todo es gráficamente espectacular. Gracias al magnífico trabajo de Crystal Tools, motor que utiliza el juego para alcanzar la excelencia audiovisual que nos mete en la duda de si estamos en el cine viendo una película, o en casa jugando un videojuego; Final Fantasy XIII tiene unos gráficos de infarto, perfectos, los mejores que hemos visto en un videojuego de next-generation hasta ahora.

La herramienta, responsable de generar las increíbles gráficas del videojuego, ofrece realismo, y habrá veces en la que no podremos distinguir claramente si se trata de una escena generada por ordenador, o por el motor del juego. Final Fantasy XIII no decae en ningún momento, y lo hace gracias a una jugabilidad impregnable, unos gráficos de calidad, y una historia apabullante.

Sistema de batalla y Eidolones

Para ganar PC, hay que luchar. Para luchar, hay que saber. La forma en la que empiecen los combates ordinarios en FF XIII, dependerá, en gran medida, de cómo caminemos. Es decir, podremos inflingir un ataque sorpresa al enemigo si lo «golpeamos» por atrás mientras no nos ve; en cambio, si el enemigo es algo más astuto y no podemos hacerlo, el combate empezará sin más.

Cuando la lucha comience, el sistema de batalla dependerá total y absolutamente de dos cosas: la Batalla en Tiempo Continuo (sistema de batalla del juego), y, por supuesto, nuestra habilidad. El sistema de batalla consiste en una barra de tiempo, a la cual deberemos prestarle atención en todo momento para realizar en el momento justo una acción. Para luchar, solamente disponemos de tres personajes de los seis en total. En los primeros compases de la aventura, los personajes estarán predeterminadamente «activados»; cuando lleguemos a la mitad del juego y un poco más allá podremos cambiar el líder y los dos miembros restantes.

Cuando la lucha finalice, si los miembros del grupo activo perdieron VIT (vitalidad) o salieron con algún efecto alterado, se recuperarán automáticamente. Como un plus importante en la jugabilidad de Final Fantasy XIII, no sólo dependeremos de la barra BTC, sino también de la Cadena. ¿Qué es esto? Sencillo. Cuanto más daño causemos al enemigo, la barra de Cadena crecerá hasta llenarse. Cuando se complete, el enemigo quedará en estado de aturdido y el grupo podrá inflingirle muchísimo más daño que lo normal. El efecto termina, y puede volver a lograrse sucesivamente.

Por otra parte, y como no podía ser de otra manera, en Final Fantasy XIII no faltan las útiles invocaciones, en el juego mejor conocidas como eidolones. En el juego, tenemos la posibilidad de controlar a nuestro gusto hasta seis eidiolones (Odín, Shiva, Brunilda, Bahamut, Alejandro y Hecatónquiro). Cada eidiolón pertenece a un personaje y no puede ser cambiado. Para poder utilizarlos en batalla, cada personaje deberá luchar y vencer al eidolón en una no muy simple batalla.

Las batallas contra los eidiolones serán una dificultad más incorporada en el juego. Es decir, no es imposible, pero cuesta lo suyo. El fin justifica los medios. Cuando tengamos en nuestro poder al eidiolón, podremos invocarlo en batalla y que luche a nuestro lado. Pero todavía hay más. Podemos entrar en el Modo de Empatía, en el cual simplemente presionando ‘Cuadrado’, el eidolón se transformará para unirse al personaje, y podremos realizar ataques devastadores que ejecutará el mismo eidolón. Cuando sucede esto, cabe destacar que también se ve un espectáculo audiovisual increíble.

Épica. La palabra perfecta para describirla.

A cargo de Masashi Hamauzu, la música en Final Fantasy XIII es, tal como su título describe, épica. Melodías calmas, duras, fuertes, o dramáticas, siempre encajan en el momento justo de la aventura. Él no fue el único responsable de esta gran obra maestra musical, sino también la Orquesta Filarmónica de Warsaw ubicada en Polonia, quién se encargó de grabar gran parte de la música del videojuego. Una obra maestra, increíble, sensacional, espectacular, inolvidable.

El doblaje al inglés está perfectamente bien logrado y bastante bien sincronizado (aunque, particularmente, a veces deja con ganas de más), acompañados por subtítulos y textos en castellano muy bien traducidos y logrados. Las voces son excelentes, cada personaje concuerda con su voz. El juego, además, vendrá acompañado del tema «My Hands» de Leona Lewis, tema musical «oficial» del juego que escucharemos varias veces.

Valoración final y puntuación

La jugabilidad está excelentemente bien lograda, aunque deja con ganas de más en ciertos aspectos. Pequeños aspectos, pero lo son al fin. Algunas cosas pudieron haberse cambiado o mejorado, pero no afectaron demasiado el resultado final del juego, excelente. Los gráficos son impactantes, colores vivos, personajes reales y entornos increíbles. El sonido, la música, los efectos sonoros y los FX son épicos, muy bien logrados y encajan perfectamente en cada momento del juego, ya sea triste, feliz, alegre, dramático, etc. La tecnología que usa el juego, el motor gráfico y demás es sencillamente sensacional, con algún pequeño error (pop-up, dientes de sierra) apenas visible que costarán un puntito insignificante a la calificación de este apartado. La historia, además, es uno de los puntos más fuertes del juego, exquisita.

8.4 – Excelente

  • Jugabilidad: 8.5
  • Gráficos: 10 (diez)
  • Sonido: 10 (diez)
  • Historia: 10 (diez)
  • Tecnología: 9 (nueve)

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